Según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas localizaron en la bahía de Palma un artefacto señalado por un pescador. Lo había encontrado en su zona habitual de buceo y le sorprendió no haberlo visto hasta entonces.
Los guardias civiles balizaron la zona y comprobaron que se trataba de una carga de profundidad contra submarinos, de procedencia italiana, de aproximadamente un metro de longitud. Así, se activó el protocolo de actuación entre la Guardia Civil y la Armada, para proceder a su destrucción.
Con el apoyo del GEAS y el Grupo Especial de Desactivación de Explosivos, así como la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Armada, con base en Cartagena, el artefacto fue trasladado a una zona más profunda, donde se estableció un perímetro de seguridad, y se realizó una explosión controlada por medio de una carga adosada.
El segundo artefacto fue localizado en Menorca tras recibir otro aviso. En un rastreo de la zona se localizó el proyectil cerca de los acantilados. No suponía ningún riesgo para los bañistas, según la Guardia Civil.
Una vez balizado, el proyectil fue extraído por el equipo de desactivación de la Armada. No fue necesaria su desactivación.
Los GEAS han recordado que toda persona que localice bajo el mar cualquier objeto que le resulte sospechoso lo debe poner en conocimiento de la Guardia Civil, y en ningún caso debe intentar manipularlo.