Se recomienda no tomar el sol desde las 12 hasta las 16 (que son las horas de mayor incidencia), no permanecer al sol durante largos periodos de tiempo, protegerse con cremas solares de alto factor de protección, usar gafas de sol, sombrillas y ropa adecuada, beber agua con frecuencia y acudir al dermatólogo ante cualquier sospecha.
En Ibiza, más.
En Ibiza los rayos de sol son fuertes muchos días del año (no solo en verano). Uno de los errores que más cometemos aquí es olvidarnos de la protección solar en otras épocas del año, y sin necesidad de ir a la playa o a la piscina. También nos da el sol en las terrazas, conduciendo, etc..
¿Cuándo acudir al dermatólogo?
Toda persona que tenga antecedentes familiares de cáncer cutáneo debería ir regularmente al dermatólogo. Esta recomendación se amplía para aquellas personas que tienen muchos lunares, lo que dificulta valorar cambios en los mismos. Es de vital importancia acudir lo antes posible si se detecta alguna nueva lesión, como cambios en la forma, el color, tamaño o textura de algún lunar, así como picor, dolor, sangrado o ulceración.
Se estima que aproximadamente un millón y medio de pacientes en todo el mundo retrasan consultar con un médico cuando identifican por primera vez signos sospechosos de cáncer de piel. Los dermatólogos insisten, ante cualquier sospecha, lo adecuado es acudir al especialista con la mayor brevedad posible, sin demoras.
¿Cómo afectan los fototipos de piel a las posibilidades de padecer cáncer de piel?
El color de la piel, pelo y cabello es importante para determinar el riesgo de padecer cáncer de piel y melanoma ante la exposición inadecuada del sol. Por ejemplo, el riesgo de aparición de melanoma es 20 veces mayor en personas de raza blanca que en las de raza negra.
El fototipo de cada persona depende de la capacidad para broncearse, del color de la piel, cabellos y de los ojos. Las personas con mayor propensión a las quemaduras solares, que casi nunca se broncean con el sol, tienen un fototipo bajo y más riesgo de melanoma.
Los niños y adolescentes son población de alto riesgo.
La piel tiene memoria. La radiación ultravioleta provoca cambios a nivel celular que persisten a lo largo del tiempo. La suma de estos cambios favorece la aparición del cáncer cutáneo. Por ello, es crucial el cuidado de la piel en niños y adolescentes; son población de alto riesgo. Quemaduras de la infancia y la adolescencia pueden provocar cáncer de piel en la edad adulta.