El regreso al colegio, sin embargo, le llevó de vuelta a una rutina que, todo indica, no pudo soportar: la del acoso de sus compañeros que llevaban años llamándole “gorda y fea”.Todo ha pasado en una pedanía del ayuntamiento de Murcia, Aljucer, donde este martes apareció la menor, a la que se encontró su madre ahorcada en la habitación. Según publica el diario local, La Opinión, Lucía había pedido ayuda ante el acoso que sufría por parte de sus compañeros de clase desde hacía años, primero en el instituto Juan de la Cierva, y más tarde en el Cascales, a donde la trasladaron debido a su situación.
Según recoge El Plural, la carta de despedida, que encontró en las aulas una de las mujeres de la limpieza del centro, fue entregada al director del instituto, que a su vez se la había dado a los padres de la niña.La Consejería de Educación de Murcia ha informado que ante el acoso que ya sufría Lucía en el Instituto Juan de la Cierva se le había trasladado al nuevo instituto, esta vez en la capital murciana, y dentro de los protocolos de actuación que están establecidos para estos casos. Pero el traslado no tuvo el efecto deseado.