Así, Moreno ha asegurado que "hemos vivido una situación inédita, los alumnos hemos tenido que ser más autónomos y responsables". Si bien ha advertido que "dar y recibir clases online ha sido un poco extraño ya que los profesores, en muchas ocasiones, no ven a los alumnos conectados, por lo que se rompe esta interactuación alumno-profesor".
Por su parte, Peña ha destacado que "la responsabilidad es mucho mayor, debes conectarte a unas clases a determinadas horas y tener facilidades para poderlo hacer contando con internet y la tecnología necesaria para hacerlo".
En este sentido, ambos estudiantes han señalado que estas clases online han evidenciado la brecha digital que hoy en día sigue habiendo. "Hay estudiantes con menos recursos que otros, hay que agradecer la colaboración del CSIC y el Banco Santander que ha permitido el préstamos de ordenadores portátiles y tarjetas SIM con datos para asegurar que todos los alumnos de la UIB puedan hacer los exámenes y facilitar la conectividad".
Con todo, el presidente del Consell d'Estudiants de la UIB, ha manifestado que "en muchas ocasiones la carga de trabajo ha sido excesiva, necesitamos que se nos den las herramientas para ir aprendiendo a nuestro ritmo" y ha añadido que "pedimos que la carga de trabajo sea coherente y esté dosificada".
Pese a todo, los representantes de los estudiantes han señalado que "la experiencia nos servirá de cara al próximo curso que también se presenta atípico". Precisamente sobre el próximo curso académico, Moreno ha asegurado que "se plantea de semipresencialidad, dar las clases magistrales o más teóricas por videoconferencia u online y las clases más prácticas o de campo pueda ser presenciales".
Asimismo, la representante del Grado de Educación Social en Línea ha remarcado que "hay que favorecer el sistema online, no todo debe ser presencial. Los estudiantes en línea nos organizamos las tareas y trabajos que nos mandan los profesores" y ha añadido que "es importante formar al profesorado en este aspecto".
Finalmente, una de las cuestiones que más polémica está provocando este final de curso atípico son los exámenes finales. "La UIB y otras universidades quieren implantar la posibilidad de supervisar los exámenes por videoconferencia", ha advertido el presidente del Consell d'Estudiants, quien ha puntualizado que "consideramos que visualizar y escuchar a los alumnos es excesivo, creemos que hay medidas más moderadas como la verificación de la identidad del estudiante mostrando la documentación a cámara antes de empezar el examen y después poder desconectar el audio y el vídeo".