Preguntado por cómo vive la actual situación, Mora ha explicado que “es un momento excepcional que no tiene punto de comparación con anteriores situaciones. En PIMEM estamos saturados. Tenemos más de cien consultas diarias que van desde cuándo pueden abrir las empresas, de qué manera e infinidad de preguntas que surgen dada la incertidumbre existente”.
El presidente de PIMEM, ha expuesto las difíciles consecuencias actuales: “En Baleares tenemos el 60% de la economía en situación de ERTE mayor. En tal situación no se permite flexibilidad a las empresas. Por el contrario sí que lo permite el ERTE por causas productivas. Este último caso contempla las bonificaciones de la Seguridad Social a las empresas, por tanto, hemos pedido que se modifique esta normativa para así beneficiar a la pequeña y mediana empresa”.
Respecto a la temporada turística, Mora ha afirmado que “será corta, floja y además de difícil”. Además, ha añadido que “en cualquier caso vendrán a final de año con la temporada prácticamente acabada. Habrá que funcionar con el turismo nacional que será de unos dos millones de turistas, lo que representa un volumen insuficiente para que todo el sector pueda beneficiarse”.
Jordi Mora ha querido profundizar en la cuestión del turismo nacional como alternativa y explicar la propuesta que han lanzado desde la Federación: “Hemos pedido que podamos competir en igualdad de oportunidades, así que hemos propuesto una tarifa plana para todos los peninsulares para que puedan venir por precios de alrededor de 30 euros y no de 200. De lo contrario no podremos competir con otros destinos turísticos”.
Respecto a quién pagará las consecuencias de esta crisis, Mora ha mostrado su convicción de que en esta crisis Europa tiene que tener un papel protagonista para reactivar la economía a nivel nacional y con garantías. “Tendría que venir un rescate europeo en condiciones, necesitamos una solución europea que exigirá sacrificios”, ha concluido.