En un escrito dirigido al director del IbSalut, Juli Fuster, el Simebal explica que se trata de partidas compradas en China por el Estado y por el Govern.
Según el sindicato, en material de la marca WEK se dudaba de su etiquetado FFP2 y no tenía sello CE, por lo que el personal médico solicitó una valoración y posteriormente fue retirado, "pero habiéndose utilizado por profesionales".
Por otro lado, el Simebal ha explicado que también se tuvieron que retirar mascarillas con la inscripción KN95, distribuidas también como FPP2, indicadas para la atención de casos de coronavirus positivos. El sindicato apunta que en el envoltorio de estas mascarillas "no consta certificación de CE" y que "son de un tejido aún más fino" que las de WEK. El lunes se solicitó un informe y también se procedió a su retirada más tarde.
Asimismo, otro modelo, las YKII, y con similares características a las anteriores, "han sido retiradas tras su distribución", ha informado el Simebal. El sindicato ha añadido que las gerencias emitieron un comunicado por el que se procedía a inmovilizar este tipo de mascarillas.
La organización profesional considera grave el asunto porque estas mascarillas "son las que usa el personal sanitario en contacto directo con enfermos covid pos, de modo que la utilización del material defectuoso genera un riesgo directo sobre la salud del profesional".
Por todo ello, el Simebal ha reclamado la "retirada inmediata" de estos tres tipos de mascarillas, y que sean sustituidas "por material que cumpla la normativa", además de que se compruebe todo el material distribuido.
También exigen hacer localización y seguimiento "de todo el personal que haya podido utilizar este material defectuoso", y proponen para ellos aislamiento preventivo, así como la realización de pruebas.
El sindicato plantea crear un comité de valoración de la mercancía que se recibe, que "valore el material, antes de ser distribuido, para no volver a incurrir en semejantes negligencias".