En una entrevista concedida a Europa Press, Ensenyat ha hecho hincapié en que se tiene que trabajar en "zonas degradadas como Punta Ballena o el Arenal" y ha destacado que no cree que el alquiler vacacional, que es "un fenómeno europeo y a nivel mundial", suponga "una competencia real" al sector hotelero de Baleares.
De esta manera, asegura que todos están "de acuerdo en que se debe regular" pero debe verse "cómo" ya que, según donde, "hay un problema importante, sobre todo, en cuanto al acceso a la vivienda, como en Ibiza cuando empieza la temporada turística". "Hay que diferenciar", enfatiza, "donde existe un problema serio y donde funciona como estímulo".
"En Mallorca", continúa, "las zonas más problemáticas están identificadas, en según qué partes del área metropolitana de Palma y en determinadas zonas de costa, pero, por otro lado, supone un estímulo para otras zonas donde este tipo de oferta hace que la riqueza no solo vaya a los touroperadores sino que repercuta en los propietarios".
Respecto a las competencias de promoción turística, que serán transferidas al Consell, Ensenyat afirma que "todo depende" de la cantidad que acabe siendo transferida y que esta debe "ir dirigida a definir el producto turístico". "A que se haga promoción más allá del sol y playa", dice.
Así, señala que la promoción puede destinarse a definir y mejorar el producto: "Arreglar caminos, fomentar rutas gastronómicas, de senderistas y cicloturistas". "No es lo mismo arreglar un camino que ir a una feria y gastarse un pastón", comenta.
Por otra parte, dice que su proposición para que el nombre del Aeropuerto de Palma pase a ser Aeropuerto Ramon Llull obedece a que esta instalación es un "sello de identidad de la imagen Mallorca".
Según defiende Ensenyat, "Llull es la figura más universal de Mallorca" y esta iniciativa tiene "la voluntad de perpetuar su memoria" y de esta manera "también acercar" a todo el mundo su figura, "relacionándola con la isla, más allá de los comas etílicos".
Respecto a la desaparición del Consell de Mallorca, Ensenyat dice que es "un discurso mallorquín importado desde la península" y relacionado por analogía con el papel que juegan las diputaciones provinciales. "Si le preguntas a un menorquín, a un ibicenco o a un formenterense, te dirán que lo que debe desaparecer es el Govern autonómico", dice.