Sacar adelante cualquier tipo de actividad empresarial requiere siempre de permisos e interacciones con ayuntamientos, consells insulars y Govern autonómico. La mayoría de las veces, dichas relaciones no son lo ágiles que la empresa querría o necesitaría para su progreso.
Así pues, varias empresas pertenecientes a la CAEB, piden a quiénes les representan a nivel empresarial, que se impliquen más al reclamar eficacia y eficiencia a las administraciones.
El retraso en determinados trámites o el exceso de burocracia no hacen más que ralentizar el curso económico de las empresas. Y consecuentemente de la propia comunidad.
Algunos empresarios, algo descontentos con la representación y defensa que hace la CAEB ante las administraciones, reclaman mayor implicación y presencia, así como mayor contundencia a la hora de defender los intereses empresariales de sus representados.
De hecho, varias empresas ya han empezado a cuestionarse la verdadera razón de ser de la CAEB y la idoneidad, o no, de pertenecer a dicha Confederación.