Tras salir sin permiso de un centro de menores para jóvenes conflictivos, la chica se fue a un bar del barrio de Son Gotleu de Palma donde habitualmente se reúnen personas de su ámbito de exclusión social y delincuentes habituales. Allí le propusieron prostituirse, bebió alcohol y fumó porros.
En ese momento, la víctima contactó telefónicamente con otra chica que ella creía era amiga suya. Una vez se encontraron, las dos niñas se trasladaron a un piso de la calle Joan d'Austria de Corea, presuntamente, para participar en una fiesta, pero la fiesta era otra cosa.
Allí, la chica a la que consideraba su amiga, la intimidó para que mantuviera relaciones sexuales con dos chicos. Asustada, la cría de 13 años accedió por miedo, ya que según su denuncia, la amenazaron.
Tras ser violada en una habitación por los dos primeros chicos, una tras otra, la sacaron a otra habitación del piso donde otros cuatro menores de edad la rodearon y la obligaron a practicarles felaciones simultáneas. Al querer resistirse, la abofetearon con violencia.
La víctima prosigue su relato con otra violación. Otro menor de edad la cogió y la metió en un vehículo de los que se pueden conducir sin carné y se la llevó a un solar de la calle Aragó de Palma, donde abusó sexualmente de ella.
Pero la terrible Nochebuena, aún no había terminado, al regresar al piso, otro de los menores le obligó a mantener relaciones sexuales forzadas. Era la quinta violación en pocas horas.
Los seis detenidos hasta la fecha han sido puestos en libertad por el juez que instruye el caso. Los arrestados se defendieron alegando que las relaciones sexuales fueron consentidas.