El ejercicio se desarrolla en un escenario realista, simulando las diferentes fases de actuación. Un primer estadio de planteamiento de los Estados implicados; una segunda fase de ejecución de la operación anfibia, con la entrada del Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada, en Eivissa; y una última fase de retorno a la base naval de Rota, en Cádiz.
Se trata de un operación compleja, que contará con la participación de cerca de 1.300 militares. Los simulacros servirán para formar a los soldados en este tipo de operaciones y y son, también, una buena oportunidad para acercar a los ciudadanos la imagen del Ejército.
Los mandos militares al frente del operativo han asegurado que las maniobras demostrarán que la fuerza anfibia de la Armada es una de las herramientas más valiosas a la hora de resolver cualquier necesidad estratégica.