En los pasillos del Parlament, Company ha mostrado su "preocupación" ante la quiebra de la compañía turística y ha censurado que tanto el Govern como el Ejecutivo central "no vieran venir la crisis" por lo que les ha alentado a "espabilar" pues, tal como ha dicho, es una situación de "extrema gravedad".
Por su parte, la portavoz adjunta de Ciudadanos en la Cámara, Patricia Guasp, ha pedido un "plan de contingencia" que contenga "ayudas y medidas fiscales" y que haga especial hincapié en las pequeñas y medianas empresas, que se han visto afectadas por la quiebra. Guasp también ha censurado el "oscurantismo" de las negociaciones, "si es que se han llevado a cabo".
También en los pasillos del Parlament, el portavoz de MÉS en el Parlament, Miquel Ensenyat, ha lamentado que la situación provocada tras la quiebra de Thomas Cook demuestra la "debilidad" de la economía de las Islas que, tal como ha dicho, "depende de fenómenos externos". "Esto reafirma lo que siempre decimos: tenemos la necesidad de diversificar el modelo económico", ha aseverado.
Además, ha censurado la postura del Gobierno británico que con su "política neoliberal" ha provocado la quiebra de la empresa. Desde el Govern se explicó este lunes que Reino Unido no avaló la operación para evitar la quiebra de la compañía que ya estaba "prácticamente" cerrada.
La agencia de viajes Thomas Cook, la más antigua del mundo, se declaró este lunes en quiebra después de que no pudiera asegurar un paquete de rescate de sus prestamistas. Estaba paralizada con 1.700 millones de libras de deuda.