El objetivo de este grupo es analizar y proponer un modelo de privacidad y ética digital que incluya un decálogo de buenas prácticas en aspectos como la gestión de los datos personales de los clientes por parte de las empresas.
De esta manera, se estudiarán tendencias, oportunidades, retos y responsabilidades ante el desafío que supone el tratamiento de la privacidad, se buscará dar notoriedad al debate sobre la ética digital en España, y se describirán posibles acciones a corto, medio y largo plazo.
El director corporativo de Cumplimiento Normativo de Bankia y coordinador del grupo de trabajo, Juan Manuel Casco, ha subrayado que “el verdadero reto es que las compañías adopten una estrategia cuyo horizonte sea convertir la gestión de la privacidad de los datos, de una forma ética, en una ventaja competitiva en la era digital”.
Para Xavier Cima, digital policy director de Kreab, “el entender qué podemos hacer y qué no en lo que a la gestión de datos se refiere va a ayudar a las compañías a focalizarse en las personas generando confianza y estableciendo un modelo de ética digital enormemente necesario. Cotec nos da la llave para trabajar con los mejores expertos en este entorno, lanzando este grupo de trabajo liderado por Bankia y Kreab y en el que participan algunas de las principales empresas del mundo”.
El grupo está formado por representantes de entidades públicas y privadas, como Ayming España, Ayuntamiento de Madrid, BBVA, CaixaBank, ClarkeModet, Google España, Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), Mapfre, Mercadona, Orange, Primafrio, Repsol, Telefónica y TMC.
Para el desarrollo de los trabajos de este grupo se han establecido cuatro fases. La primera es la de kick-off o etapa de preparación del equipo y el proyecto, la segunda es el diagnóstico y análisis de la situación, la tercera se centrará en la preparación y celebración de las reuniones del grupo de trabajo y, en la última, se elaborarán y publicarán los resultados.
Las conclusiones se reflejarán en un decálogo de buenas prácticas que aspira a convertirse en una herramienta fundamental, en un contexto en que las empresas han de diseñar sus estrategias de ética digital, para afrontar de manera responsable los retos y oportunidades que se derivan de la obtención y gestión de los datos.