Según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, los ejemplares pasarán un año en cautividad hasta que lleguen a las proporciones idóneas que garanticen su supervivencia, como un kilo de peso y una medida de 30 centímetros.
La decisión ha sido adoptada por técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio con el aval de varios especialistas. Tras el año en cautividad, las tortugas serán liberadas en una playa de Eivissa para que las hembras puedan volver a hacer la puesta en el mismo lugar.
Un total de 19 tortugas han sido llevadas al Área de Restauración y Conservación de Animales Marinos (ARCA del Mar) del Oceanográfico de Valencia; nueve al Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura de Andratx y nueve al Palma Aquarium.
Según ha destacado el Govern, el centro valenciano tiene una amplia experiencia en la cría de tortugas, mientras que las instalaciones de Mallorca se han ido preparando durante los últimos días para cumplir los protocolos y garantizar las mejores condiciones para los animales.
Asimismo, han recordado que es la primera vez en la historia moderna que se registra una puesta de huevos de tortuga marina en Balears. Todo indica, sin embargo, que la tendencia al calentamiento del mar convertirá este hecho en frecuente.