Hablamos con Jorge Moreno, técnico de la campaña ‘ANIDA: el canvi climàtic i les tortugues marines a les Illes Balears’, acerca de los orígenes del proyecto y de la gran respuesta ciudadana tras estos sucesos.
El proyecto ANIDA es un proyecto de conservación y recuperación global de especies marinas, especialmente de tortugas, pero también de mamíferos marinos en Balears. Y lo hacemos con la colaboración de la Fundación Palma Aquarium, con el Servicio de Educación Ambiental de la Conselleria de Medi Ambient del Govern y con el Consorcio de Recuperación de Fauna de Balears (Cofib). El objetivo de ANIDA es informar y sensibilizar sobre la posible aparición de ejemplares de tortugas marinas en las playas del archipiélago.
Además, desde hace un tiempo tenemos la sospecha, casi certeza, de que por esta zona del Mediterráneo, incluyendo Balears, están viniendo tortugas a poner sus huevos, algo que no se daba antes, exceptuando alguna vez esporádica. Antes sí que venían tortugas como ahora, pero lo que no hacían era desovar aquí, ya que suelen hacerlo en el sitio donde nacen. De hecho, desde el 2014, en la Península todos los años ha habido algún episodio o bien de puesta de huevos o bien de restos de éstos.
Lo que hace ANIDA es avisar a la población de que es posible que esto pase, y si pasara, cómo nos podrían ayudar para que nosotros podamos intervenir, ya sea recuperándolas o ayudándolas a que nazcan sus huevos. Es, por tanto, un proyecto de sensibilización, de aviso a los sectores más turísticos, sobre todo a los municipios costeros, para la gente que trabaja en playa (socorristas, gente de las hamacas y de las sombrillas, de los chiringuitos) sepan que si ven algo en la arena, puede que no sea un niño jugando a las palas, sino que tal vez es el rastro de una tortuga.
En 2016. Llevamos 4 años ya con el proyecto. Es cierto que cada año vamos dando más información, sacamos más folletos y hacemos más reuniones, sobre todo quién participa más es la Fundación Palma Aquarium, que es la que se encarga de repartir los folletos y los pósteres de ANIDA. En todos estos, se aprecia que el protocolo a seguir es llamar al 112 en caso de ver una tortuga en la costa, y luego el 112 nos llamará inmediatamente a nosotros para que intervengamos.
ANIDA está cofinanciado por la Fundación Palma Aquarium para la protección del Medio Ambiente y por el Servicio de Educación Ambiental de la Conselleria de Medi Ambient del Govern Balear. Nosotros (Conselleria) financiamos lo que es la recuperación, pero la Fundación Palma Aquarium también financia parte de este proyecto porque es una iniciativa más propia de ellos.
El problema es que la especie es vulnerable, está protegida y existe un problema de conservación.
Las tortugas marinas (Caretta caretta) sufren una serie de amenazas, como es la pesca accidental, aunque es verdad que ésta ha bajado mucho en los últimos años gracias a la colaboración de pescadores. También tenemos amenazas de interacción con embarcaciones, con redes y, sobre todo, con humanos en las playas.
Pero el mayor problema es el de conservación de la especie, ya que es una especie muy longeva, con una natalidad elevada pero con muy poca supervivencia. Y este es un problema a nivel global, no sólo a nivel nacional.
Está relacionada con el calentamiento global de la Tierra. Actualmente la temperatura terrestre se ha incrementado, y al haber una temperatura más elevada, esto provoca que la mayoría de las áreas de nidificación de las tortugas estén por encima de su temperatura óptima que es 29º, y cuando esto ocurre, las tortugas que nacen suelen ser mayoritariamente hembras.
La especie de la tortuga boba vive en todo el mundo, pero en el Mediterráneo solía poner los huevos, sobre todo, en la zona oriental –Grecia, Turquía, Siria, Túnez, etc. –ya que sus aguas son más cálidas que las del mediterráneo occidental. Por ejemplo, solamente en la isla de Zakynthos, en Grecia, se han registrado 2.500 nidos en lo que va de verano.
Sin embargo, con el cambio climático, la temperatura del agua está subiendo y creemos que esto está provocando, además de una feminización de la especie, que las propias tortugas quieran regular este desnivel de población. Es por eso que creemos que el litoral oriental del Mediterráneo ya no es la zona exclusiva donde anidan las tortugas, puesto que ahora buscan alternativas más al oeste. El claro ejemplo lo hemos tenido hace bien poco en Eivissa, cuando dos tortugas anidaron respectivamente en menos de una semana. Son sólo dos nidos, pero comparado con ninguno, como teníamos antes, es muchísimo.
Sí. De manera muy reducida, pero sí. Mira, para que te hagas una idea, por debajo de los 26º de temperatura de la arena, los huevos normalmente no salen ya. La temperatura óptima es de 29º. Si están a 29º, nacen, más o menos, la mitad machos y la otra mitad hembras. Cuando la temperatura supera los 29º, nacen muchas más hembras, y cuando es inferior, muchos más machos. Actualmente están saliendo muchas más hembras porque la temperatura suele superar 29º, no obstante, puede ser que también salgan machos. No es algo matemático, simplemente es un alto porcentaje.
Aquí en Balears tenemos una temperatura suficiente para que los huevos puedan nacer, pero por debajo de esos 29º para que así nazcan más machos y se regule un poco el porcentaje de la población. Pero todo esto es una teoría eh, es muy lógica, pero no deja de serlo.
Hay exactamente 180 personas registradas como voluntarios. Tengo que decir que tras la primera puesta de huevos, sucedida el 25 de julio, el número de voluntarios se disparó. Estamos muy contentos. Además, tenemos establecidos turnos de vigilancia de 7 horas. Aparte de los voluntarios, contamos con un grupo de servicio de vigilancia suministrado por el Govern.
Hoy en día la conciencia ambiental no tiene nada que ver con la que teníamos hace 30 años. A los niños, desde muy pequeños, ya se les enseña un montón de conocimiento acerca de la conservación del medio ambiente. Además, ¿quién no ha oído hablar alguna vez del calentamiento global o de los plásticos?
Yo creo que sí, creo que la gente está muy concienciada con el tema de la conservación de las especies, sobre todo, de aquellas que son más conocidas. Porque no preocupa tanto proteger un escarabajito de Formentera que está en peligro de extinción, sin embargo una tortuga, un delfín o un águila… ahí sí que nos alarmamos más.
Evidentemente. Han sido noticia. Yo creo que todo el mundo ha leído o escuchado algo sobre las dos tortugas de Eivissa. Y claro, todo esto nos viene bien. Más concienciación ciudadana.
Y es que encima fue todo muy rápido. En menos de una semana, cinco días para ser exactos, del 25 al 29 de julio. El 25 de julio fue la primera, en la playa den Bossa, con 58 huevos, y el 29 fue la segunda con 102 huevos en la playa des Cavallet. En total 160 huevos.
Con muchísima rapidez. Totalmente, en ese sentido, excelente. El primero estaba en un sitio muy difícil, justo en frente de una zona de mucho ocio, con gente en la playa. La policía lo hizo fenomenal, acordonó la zona, luego cogió los huevos del sitio de donde la tortuga los había dejado, ya que no tenían posibilidades de desarrollarse, y en menos de 6 horas estaban enterrados en un lugar idóneo. Se cumplió a raja tabla todo lo que indicaba en protocolo. Y estamos muy contentos.
El programa ANIDA lleva pensando y preparando que esto va a pasar durante mucho tiempo. Los técnicos estamos preparados. Durante los últimos 4 años, en la playa des Cavallet se ha medido la temperatura de la arena para saber si era óptima para la puesta de huevos de una tortuga. Curiosamente, el 29 de julio una tortuga los dejó allí. Por tanto, lo que hace ANIDA es, además de avisar a la población, anticiparse a lo que puede pasar.
Creo que lo que estamos haciendo en Ibiza es todo un ejemplo a seguir. Además, estamos aprovechando el tema de que tenemos allí los nidos enterrados, para hacer educación ambiental. Está siendo un éxito.