Según ha informado la Jefatura Superior de Balears en una nota de prensa, los detenidos son dos jóvenes españoles de 21 y 24 años de edad.
El Grupo de Robos de la Policía recibió las primeras denuncias en octubre de 2018. Se daba la circunstancia de que los robos se cometían sin emplear ningún tipo de fuerza para acceder a las casas, lo que hizo que las pesquisas se centraran en trabajadores y extrabajadores de la empresa que gestiona el alquiler de las viviendas.
La Policía potenció dispositivos de prevención y durante un tiempo no se produjeron nuevos robos, hasta que en marzo se volvieron a repetir de forma aislada, y después siguieron los robos paulatinamente y distanciados en el tiempo, hasta el mes de agosto.
La investigación logró identificar como presunto autor a un antiguo empleado, y obtuvieron pruebas contra él para demostrar su implicación. El sospechoso y su cómplice fueron detenidos el pasado viernes y se registró su domicilio, donde la Policía encontró dinero en efectivo en euros, dólares y otras divisas, cámaras fotográficas, aparatos electrónicos, ordenadores portátiles y otros efectos, así como numerosas llaves que se correspondían con las cerraduras de las viviendas asaltadas.
Según ha informado la Policía, los detenidos se mostraron colaboradores y reconocieron los hechos. Confesaron que uno de ellos hizo el duplicado de las llaves cuando trabajó en la empresa, y que sustrajeron teléfonos móviles, dinero en efectivo, dispositivos electrónicos y similares, que después vendían en el mercado negro.