La cuestión era renovar la junta directiva de la formación tras la friki-polémica y las múltiples dimisiones registradas. De los casi 200 militantes que tiene Ciudadanos en la capital, tan solo 39 votaron por la candidatura de Palma en Marcha, o lo que es lo mismo, los oficialistas, la continuidad, Joana Capó...
Un sencilla regla de tres permite ver que ni el 20 % de los frikis (o sea, de las bases militantes) apoyaron a quienes hoy presumen de victoria.
Los porcentajes de participación en el proceso electoral no son mucho más alentadores. 73 frikis en total participaron de las elecciones internas de Cs. O sea que poco más del 36 % de aquellos frikis que podían votar, aceptaron hacerlo.
Cabe decir que no hubo muchas facilidades para poder participar del proceso. Las urnas estuvieron disponibles de 18 a 20.30 horas en la sede de Cs en Palma, en Avenidas. No había posibilidad de voto telemático... O eso o nada.
El sector crítico se presentaba bajo la candidatura Todos Somos Ciudadanos, consiguieron 34 votos. Cinco menos que la candidatura ganadora, o lo que es lo mismo, una representación del 17 % de los militantes.
Parece que ayer los frikis no estaban por ir a votar. Lo que es incuestionable es la división interna que existe en C's Palma, que requerirá de precisión de cirujano para enderezar la situación.