Por eso, las calles que rodean la Plaza Mayor y forman la gran parte del núcleo histórico del pueblo serán reguladas como zona residencial. Esto supondrá que se dará preferencia a los peatones por encima del tráfico rodado, que la velocidad quedará limitada a 20 km/h en toda la zona.
Las calles afectadas por esta medida de pacificación del tráfico serán las calles Sebastià
Vila, Bisbe, Portell, d’en Simonet, Sant Andreu, Sol, Roser, Centre, Guàrdia Civil i la Plaça Constitució.
De este modo, su uso quedará destinado en primer lugar a los peatones y se aplicarán normas especiales de circulación, como son esta limitación de velocidad máxima a 20km/h y que los conductores tienen que conceder prioridad a los peatones, entre otros.
Esta es una de las medidas que proponía el Pla de Movilidad de Santanyí que se finalizó al 2017 y que tiene por objetivo mejorar la seguridad y el tráfico del pueblo. Y es que en los últimos años el casco urbano de Santanyí ha experimentado un aumento muy importante de circulación, tanto en cuanto al número de vehículos como al de peatones.
De hecho, una de los primeros pasos que se hizo siguiendo las recomendaciones del Pla de Movilidad fue la reducción de la velocidad máxima de algunas calles a 30 km/h, así como crear rutas escolares (itinerarios de especial interés y atención para llegar a los centros educativos).
La alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, ha mostrado su compromiso con tener un municipio que dé preferencia a las personas por encima de los vehículos: “Esperamos que con la puesta en marcha de esta zona residencial se pueda dotar de más seguridad a los residentes y a los visitantes del núcleo de Santanyí. Ahora hace seis meses ya instalamos semáforos en dos puntos conflictivos que teníamos en el pueblo, ahora con esta limitación de velocidad y preferencia a los peatones, seguimos por el mismo camino”.