Los hechos se remontan varios años atrás, cuando la mujer trabajaba como contable de una empresa de Maó. Al parecer, habría dado de alta varias tarjetas de pago de combustible con cargo a la marca comercial quedándose una de las mismas para su uso particular, sin consentimiento de la dirección.
Durante este tiempo habría puesto gasolina en su vehículo particular con la tarjeta, que se quedó tras dejar de trabajar en la empresa.
Una vez detectado este gasto fraudulento en las cuentas y puesta la pertinente denuncia, los agentes de la Policía Nacional comprobaron que la persona que presuntamente había estado utilizando la tarjeta era la antigua contable.
Por el momento ha acreditado de forma documental un gasto cercano a los 2.000 euros. La mujer, tras ser detenida y oída en declaración, fue puesta en libertad con cargos a la espera de juicio.