Según el escrito de la acusación, el 4 de septiembre de 2017 le practicaron una prueba radiológica en el centro penitenciario donde estaba ingresado que mostró que portaba "varios cuerpos extraños".
Tras esta comprobación, el mismo acusado entregó cinco envoltorios que, al ser analizados, resultaron ser 47,81 gramos de resina de cannabis con una riqueza de 17,8 por ciento y 1,9 gramos de heroína, con gramos de una riqueza de un 30,8 por ciento y de un 36,3 por ciento.
Las sustancias están valoradas en 280,16 euros en el caso de cannabis y en 291,2 euros en heroína, e iban a ser vendidas en el mercado clandestino de estupefacientes.
Por todo ello y la agravante de reincidencia, la Fiscalía pide al acusado una pena de 6 años de cárcel y una multa de 1.717,08 euros por un delito contra la salud pública.