En un principio, su exmarido, Mariano de España, la denunció por cogerle el teléfono móvil sin su consentimiento y descargar la información contenida en él para utilizarla en su contra.
En virtud de este pacto, también se dará por finalizado con una absolución otro pleito que mantenían. Ella le había denunciado a él por un presunto delito de malos tratos verbales. De esta manera, este caso también quedará extinto y De España quedará absuelto, una vez se arreglen las formalidades.
Aunque el juicio estaba previsto para celebrarse a las 12.30 horas, se ha retrasado y, finalmente, tras unas dos horas de negociaciones, ha terminado con un acuerdo de conformidad entre las partes.
En 2015, a Valenzuela se la relacionó sentimentalmente con el obispo Salinas, hecho que provocó cierto revuelto. En su momento, diciembre de aquel año, Salinas señaló que no tenía "nada que ocultar" acerca de su presunta relación amorosa con Valenzuela y defendió que no había hecho nada aunque se podían haber "malinterpretado" sus actos.
A pesar de esto, renunció al cargo y, después de que el Papa Francisco aceptase su renuncia, Salinas pidió disculpas a los diocesanos de Mallorca por si "algún defecto ha ofendido a alguien" o si por si le dio "motivos de preocupación". Posteriormente, su cargo fue ocupado por Sebastià Taltavull.