Según gonzoo.com, estos gatos sufren maltrato cuando son crías; les arrancan el bigote y les depilan con crema depilatoria o cuchilla, lo que les provoca muchos trastornos.
Joanne Dyck, una joven que cayó en la estafa, dijo a CBC News, que "pensaba que lloraba porque echaba de menos a su padre, pero probablemente era porque le dolía".
Añadió también que "parecía un esfinge porque estaba muy muy delgado y su cara era muy angulosa".
Finlamente, Dyck decidió vender el gato a otra mujer por el extraño comportamiento del felino. "Estuvimos hablando los días siguientes sobre el gato porque no parecía calmarse. Lo llevó al veterinario y este dijo que tenía cortes en la piel causados por una cuchilla o quemaduras por crema depilatoria", afirmó Dyck.
Shayla Bastarach, otra afectada, denunció que le vendieron un gato negro como si fuera un esfinge por 612 euros.