El hombre ha aceptado los hechos durante la vista que ha tenido lugar este miércoles en la Audiencia Provincial de Baleares. En la condena, se ha apreciado la reparación del daño después de que haya indemnizado con 45.000 euros a la víctima.
Asimismo, el hombre deberá estar durante 10 años bajo libertad vigilada por lo que tendrá que informar de sus cambios de domicilio y de trabajo. Además, está obligado a participar en un programa formativo de educación sexual.
Después de que las partes hayan llegado a un acuerdo, la defensa ha pedido, por su lado, la suspensión de la pena de cárcel.
Tal como ha admitido, el procesado agarró a la víctima fuertemente del brazo y la llevó a un camerino. Ahí, cerró con llave y la tiró al suelo. Una vez dentro, éste empezó a tocarse y le practicó sexo oral.
Durante todo el tiempo, la víctima estuvo forcejeando y trataba de apartarle mediante empujones. Además, el hombre le metió dos dedos en la vagina y le obligó a que le practicara una felación.
Según recoge el escrito de la Fiscalía, la víctima sigue en tratamiento psicológico tras los hechos que tuvieron lugar hace dos años.