Fueron momentos terribles para los ciudadanos de las Illes Balears. Nunca se había visto una torrentada de ese calibre, que hacía desaparecer, literalmente, comercios, casas e incluso personas bajo el barro.
Pero por otra parte, también dio pie a una muestra de unión y solidaridad humana hasta ahora desconocida por los mallorquines. Todos se unieron, junto a voluntarios de toda España, para ayudar con los desperfectos que había dejado la torrentada, y también para encontrar el cuerpo de Artur. Incluso pudimos ver al tenista manacorí Rafa Nadal, escoba en mano, ayudando en lo que podía, como uno más.
El Govern ya ha abonado 30,4 millones de euros en ayudas para particulares, empresas y ayuntamientos afectados y, asimismo, en actuaciones de reparación de daños y de infraestructuras públicas para paliar los daños producidos por las inundaciones del 9 de octubre pasado en la comarca del Llevant de Mallorca.
En un comunicado emitido por presidencia, se ha informado de que se ha actuado en 172 kilómetros (km) de torrentes de la comarca, se han reparado 26,5 km de muros y se han retirado 2.200 toneladas más de residuos.
Además, se ha concretado que el Govern ya ha resuelto cerca de 1.000 expedientes de pago de ayudas a particulares y empresas a través de las diversas líneas habilitadas, así como el abono de las subvenciones concedidas a los ayuntamientos de los municipios afectados, por un importe global de 11,27 millones de euros.
También se ha tramitado el pago de 19 millones en actuaciones de reparación de daños en infraestructuras y zonas de competencia autonómica y, en concreto, los expedientes resueltos de pago de ayudas a particulares y empresas llegan actualmente a 957 y suponen una cuantía de 8.006.738 euros.
Con respecto a los beneficios fiscales, las medidas establecidas por el Govern y por el Gobierno del Estado suponen que los contribuyentes que han recibido ayudas públicas –estatales, autonómicas o locales– para paliar los daños producidos por las inundaciones en el Llevant pueden aplicar exenciones y deducciones.
En este sentido, no tienen que tributar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en el caso de recibir ayudas por el importe del coste de la reparación de los daños y, en caso de que las ayudas superen el coste de la reparación, solo tienen que declarar esta parte.
Además, las personas o empresas perceptoras de ayudas pueden aplicar otros beneficios fiscales, como las exenciones del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) y de las tasas de tráfico, y las empresas y las explotaciones agrarias se pueden beneficiar de una reducción del impuesto sobre actividades económicas (IAE).