Se trata de una tecnología mucho más sofisticada que las torres quirúrgicas habituales mediante cirugía de realidad aumentada, con monitor 4K (cuatro veces la resolución Full HD) y sistema IR (infrarrojos), que ofrece las máximas garantías. En la mayoría de sistemas de generación de imágenes en 2D y 3D necesitan más de un dispositivo, la torre proporciona todo en un único sistema compacto.
La cirugía laparoscópica en 3D es aplicable en todos aquellos pacientes y patologías en los que esté indicada la cirugía laparoscópica normal y avanzada. Puede utilizarse para todas las especialidades quirúrgicas que lo precise, destaca la cirugía colorrectal, la cirugía ginecología, la cirugía hepática, otorrinolaringología y urología.
Desde la puesta en marcha de la torre de laparoscopia 3D con sistema IR para cirugía guiada por fluorescencia en Clínica Juaneda ya se han realizado con éxito cirugías por parte de especialistas de cirugía general y del aparato digestivo y otorrinolaringología.
Esta novedosa tecnología aporta una gran precisión en la cirugía, reduce el tiempo de la intervención y de la recuperación de los pacientes y aumenta la seguridad quirúrgica.
Ventajas
La torre quirúrgica incorpora dos tecnologías permitiendo a los profesionales abordar la cirugía con ambas: 3D, para cirugías complejas, cirugías hepáticas, cirugías colorrectales y bariátrica; y ICG (fluorescencia), para la visualización de perfusión vascular, para la identificación de la vía biliar y cirugía hepática mayor y cirugía de tiroides.
La tecnología IR (Infrarrojos) comprueba la vascularización en anastomosis digestivas (conexión quirúrgica entre dos estructuras), especialmente en anastomosis colorrectales y esófago-gástricas. Esta tecnología permite identificar la vascularicación cambiando de modo luz blanca a modo infrarrojo previamente inyectando el colorante verde. De esta manera, en tonalidades rosadas se aprecia la anatomía y en verde la zona vascularizada. Esto aporta más seguridad en las cirugías asegurando que la anastomosis esté bien vascularizada, sin incrementar el tiempo quirúrgico.
Una de las ventajas es que el sistema 3D aporta mayor profundidad del campo de la imagen, así el cirujano tiene una visión más precisa para tratar los distintos tipos de patología, lo que se traduce en una mejora de las habilidades de esta técnica.