A la ristra de noes cosechados por el antiguo alcalde de Ciutat entre sus compañeros de equipo de gobierno municipal de la legislatura 2011-2015, ahora se suma la evidencia de que sus exploraciones entre las posibles futuras candidatas femeninas también naufragan.
Como ya informó Canal4Diario.com el pasado 24 de enero de este mismo año, Isern ha sondeado con insistencia a la mayoría de sus antiguos concejales de su anterior época de alcalde. El objetivo era repetir su equipo personal de gobierno, sin atender incluso a los actuales regidores del PP y a las reclamaciones de las bases del partido. Esa fue una de las exigencias que le reclamó a Biel Company, presidente regional de los populares, y a Pablo Casado, presidente nacional, para aceptar encabezar la candidatura a Cort. Y ambos dos dirigentes agacharon la cabeza desesperados ante la evidencia que su partido flojea en Palma ante el empuje de candidaturas alternativas a la suya, como la del general Fulgencio Coll de VOX.
Pero una cosa son las aspiraciones de Isern y otra la realidad. De sus antiguos compañeros de partido, la mayoría le han dado calabazas. De hecho, de entre sus anteriores concejales solamente Julio Martínez, un segunda fila dentro del PP actual, ha aceptado formar parte de la lista.
Y, por si esto no fuera poco, el encantador de serpientes Isern, siempre encaramado a su elegante percha personal, no ha sabido utilizar uno de sus activos más reconocidos: el convencimiento en las distancias cortas en el ámbito de la sociedad femenina. Según una verdad a gritos que ensordece dentro de las oficinas de la sede regional del PP en la calle Palau Reial de Palma, Isern ha cosechado más noes que síes en sus ofertas de puestos en la lista a Cort entre las posibles candidatas femeninas.
Recordar que las listas electorales de las Illes Balears se confeccionan según el sistema de la paridad de puestos para hombres y para mujeres, y de la posterior ubicación de los candidatos en forma de cremallera, alternando el nombre de un hombre y después el de una mujer en el caso que el cabeza de lista sea varón, o al contrario si es mujer.
Mateu Isern sufre en sus propias carnes la actual desafección que padece el Partido Popular entre sus habituales seguidores y votantes, convencidos muchos de ellos por opciones políticas alternativas y hasta hace poco inexistentes.
Isern, a los noes de sus antiguos concejales y compañeros ahora cosecha otros más de las mujeres.
