El portero, que ya había sido condenado por un delito de violencia doméstica, quebrantamiento, conducción sin permiso y lesiones, fue requerido al interior de local donde trabajaba porque un cliente estaba molestando a otros. Ahí, le requirió al menos en dos ocasiones que cesara en su conducta pero no le hizo caso y le obligó a salir al exterior del local.
Una vez afuera, empezó una pelea entre ambos, hasta que el portero le llevó, mediante golpes, hasta una esquina de la calle. Ahí, le siguió agrediendo con más violencia hasta que le tiró al suelo y la emprendió a patadas contra su flanco izquierdo y la región abdominal. No paró hasta que intervinieron unas personas para auxiliar al hombre que yacía en el suelo.
Entre otras muchas lesiones, el hombre sufrió una rotura del diafragma que le supuso el riesgo de perder la vida. Asimismo, la Fiscalía pide al cliente del bar una pena de 90 euros y 140 euros de indemnización al portero por un delito de lesiones leves.