La sede del Parlament balear ocupa ahora el antiguo 'Círculo Mallorquín' donde se mezclaban con suficientes esfuerzos aristócratas venidos a menos, comerciantes con más dinero que cultura y también solteros a la búsqueda de alguna mujer soltera millonaria.

Todos se ponían sus mejores galas para exhibirse en la sala de baile del 'Círculo', el Saló de las Cariàtides, donde actualmente se encuentra el hemiciclo de los plenos de la Cámara balear.

La orquesta del 'Círculo Mallorquín', como la del Titanic, hacía sonar valses y polcas para tratar de esconder los temores de los pequeños burgueses que temían los cambios que se acercaban con el nuevo siglo. Una música que hoy, también en una acelerada época de cambios, han cedido el baile a pasodobles y congas.