Hay que remontarse unos días atrás, concretamente hasta el cuatro de diciembre del año en curso, para situar el robo del interior de un vehículo de un revólver “Smith Wesson” calibre 9 mm., arma que trasladaba un juez de atletismo para poderla utilizar en una prueba deportiva, así como otros efectos, entre los que se encontraban munición detonadora.
La interposición de la correspondiente denuncia propició que los agentes tuviesen en cuenta la sustracción del arma para prevenir posibles hechos delictivos, por lo que se impartieron consignas específicas para su búsqueda e intervención.
Fue una patrulla policial la que, en el desempeño de sus funciones, identificó a los ocupantes de un vehículo estacionado en el polígono industrial de Manacor a altas horas de la madrugada, uno de cuyos componentes trataba de ocultar el arma sustraída sentándose sobre ella, lo que se saldó con su detención.
Ese mismo día y con la intención de solidarizarse con el arrestado, un amigo suyo se presentó en las dependencias policiales en estado de embriaguez, tratando de arrogarse injustificadamente la propiedad del arma, enfrentándose para ello con los policías que guardaban las instalaciones, hasta el punto de acabar detenido por un delito de atentado.
Las posteriores pesquisas de los investigadores permitieron centrar a las otras tres personas que participaron en el robo del arma, lo que ha permitido acabar con la inquietante sensación que provoca siempre la circulación de un arma no controlada.
En cuanto a la propiedad del arma, el servicio de armamento de la Guardia Civil ha iniciado los trámites para sancionar su inadecuado traslado, así como que la misma fuera retirada de la correspondiente federación unos días antes de lo reglamentario.