En un comunicado emitido por el cuerpo policial, se ha informado de que la investigada solía aprovechar su trabajo para apoderarse de las llaves del domicilio para poder acceder a él, e incluso, en ocasiones habría sustituido joyas por bisutería para que la propietaria no se diera cuenta del hurto.
También han concretado que, al menos, robó en siete domicilios y asimismo, han añadido que la investigación comenzó hace un mes cuando recibieron una denuncia sobre el hurto en Can Pastilla aunque hay robos que podrían remontarse al año 2010.
La Policía, según han apuntado, centró sus sospechas en una mujer que solía trabajar como empleada del hogar y con la investigación se averiguó que dicha mujer había vendido las joyas sustraídas.
A partir de ese momento, se fueron comprobando lugares y domicilios en los que dicha mujer había trabajado y en todos ellos se comprobó que se habían cometido robos, tanto de joyas, como de otros efectos y enseres domésticos y, asimismo, de dinero.