Unos motivos personales que tras el reposo de dos años y medio han dado paso a una nueva oportunidad política.
La Junta Territorial del Partido Popular de ayer estaba convocada a las 18.00 horas en la sede de la formación, en la calle Palau Reial de Palma. Isern llegó a las 17.30 horas, media hora antes de la cita. Ante la presencia de numerosas cámaras y fotógrafos algunos afiliados, sin esconder su malestar, preguntaban irónicos: “¿Qué, a ver el regreso de Isern? Valdría más se hubiese quedado donde estaba…”.
Y no eran uno ni dos los afiliados de este parecer, eran más. Se le acusa, a Isern, de no ser un hombre de partido e incluso de “no hacer partido”. “Es como la prima donna de la ópera, tiene que ser el protagonista. La novia en la boda y el muerto en el entierro” señalaban unos afiliados haciendo corrillo en el exterior de la sede popular.
Evidentemente, como todo en la vida, no todos los afiliados piensan igual. También hay quien opina que el retorno de Isern es el golpe de efecto definitivo para recuperar a los votantes desnortados que se plantearían apoyar a VOX o a Ciudadanos en las próximas elecciones.
Sea como sea, vivir de espaldas a que el retorno de Isern también despierta críticas entre los suyos sería pecar de inocentes. Aunque si una cosa tiene el Partido Popular es que, a la hora de la verdad, sabe hacer piña y lavar los trapos sucios en Palau Reial, su casa.