Ya se ha puesto en marcha la aplicación de esta segunda entrega, que contempla medidas mucho más intensas que el proyecto balear avanzado por la presidenta Armengol y del que todavía se desconocen los detalles.
El Ejecutivo canario ha conseguido, tras tres años y medio de intensas negociaciones, que se reconozca en el REF la singularidad geográfica de su archipiélago. Cuentan, por lo tanto, con un gran abanico de desgravaciones fiscales, incentivos a la inversión y medidas de promoción económica, con una cifra que supera los 1.000 millones de euros anuales.
En lo que coinciden ambos regímenes fiscales es en el coste del transporte, que se ve reconocido en el descuento del 75% para residentes de ambos archipiélagos. Pero los canarios, además, tendrán una compensación fiscal del 100% en el coste del transporte de mercancías, una petición que en Baleares llegará, como máximo, al 75%.
El Estado garantiza que el precio de las energías, conexiones telefónicas e Internet sean similares a lo que se cobra en el resto de España, sin tenerse en cuenta los costes añadidos por su localización atlántica, así como la promoción fiscal de las energías limpias.
Los presupuestos de España incluirán cada año partidas para evitar la pobreza y la exclusión social, así como becas para estudiantes que siguen su formación universitaria fuera de Canarias. También se incluirán incentivos por la contratación y planes laborales específicos.
El motor económico de Canarias, el turismo, también se ve beneficiado por el REF, con una obligación por parte del Estado de financiar tres planes específicos: estrategia turística, formación e infraestructuras.