En Son Sant Joan se han cancelado cerca de 70 vuelos entre el 25 y el 26 de julio, la mayoría de ellos con destino o procedentes de la Península. En el caso de Menorca, la huelga ha afectado a los vuelos que conectan con Madrid y Barcelona. Está previsto que este jueves operen los vuelos entre Maó y Madrid.
En el caso d'Eivissa, se han cancelado todos los vuelos que conectaban con la Península y sólo operarán cuatro vuelos entre Eivissa y València (dos de ida y dos de vuelta) el jueves. Con todo, Ryanair ha asegurado que se ha reubicado a la gran mayoría de pasajeros en otros vuelos o bien se les ha reembolsado el dinero del billete.
Ryanair se enfrenta este miércoles a partir de las 00.00 horas al primero de los dos paros de 24 horas convocados para los días 25 y 26 de julio por los sindicatos USO y Sicpla, que representan a los tripulantes de cabina (TCP) de la aerolínea y reclaman que se aplique la legislación española y no la irlandesa a la plantilla española. Esta será la primera movilización de estas características a la que Ryanair se enfrente en España.
El Ministerio de Fomento estableció el pasado viernes que, además de la totalidad de las conexiones con las islas, Ryanair debía garantizar el 35% de los vuelos para cada ruta con ciudades españolas peninsulares con alternativas de transporte de menos de cinco horas, así como el 59% de las rutas internacionales y de las nacionales a ciudades españolas peninsulares sin alternativa o alternativa superior a cinco horas.
Por su parte, Ryanair canceló el pasado 18 de julio, dos días antes de que Fomento estableciera sus servicios mínimos, el 12% de los 2.400 vuelos diarios que la aerolínea opera en Europa para minimizar los efectos de los paros, por lo que la huelga terminará afectando a 200 de los vuelos diarios que Ryanair opera en España (24%), 50 de los que opera en Portugal (27%) y 50 de los que opera en Bélgica (31%) .
La principal reivindicación de los trabajadores es que se les aplique la legislación española y no la irlandesa. Y es que debido a esto, los tripulantes de cabina subcontratados por la compañía (el 75% del total de la plantilla) antes de 2012, cotizan en Irlanda y no tienen derecho a Seguridad Social española, por lo que se consideran a todos los efectos como "expatriados" irlandeses, a pesar de residir en España.