El banco de la Unión Europea concederá un préstamo de 650 millones de euros a Iberdrola para respaldar un importante proyecto hidroeléctrico que aumentará la capacidad de almacenamiento de energía en la UE, prestará servicios a los operadores de la red ibérica y, además, incrementará la cuota de energías renovables en el mix energético portugués. A su vez, se reducirá la dependencia del mercado ibérico de la energía fósil, así como las emisiones de CO2.
A través de este acuerdo con Iberdrola, el BEI contribuye a la construcción de tres nuevas grandes presas y centrales hidroeléctricas, incluida una planta con sistema de bombeo, que se ubicarán en el norte de Portugal, en los ríos Támega y Torno. Con una inversión aproximada de 1.500 millones de euros, las nuevas infraestructuras de Iberdrola tendrán una potencia total de 1.158 megavatios (MW) y entrarán en funcionamiento en 2023. Para avanzar en la ejecución de este proyecto, la entidad y la compañía energética han suscrito hoy un préstamo de 500 millones de euros, el primer tramo del fondo total de 650 millones de euros aprobado para financiarlo.
Los mercados eléctricos de España y Portugal se beneficiarán de estas nuevas infraestructuras, ya que, al aumentar la capacidad de generación y almacenamiento, las nuevas centrales proporcionarán una mayor flexibilidad y seguridad de suministro energético al mercado ibérico de la electricidad.
Las presas (Alto Tâmega, Daivões y Gouvães) están situadas en la cuenca del río Duero y se espera que suministren una media de 1.760 gigavatios hora (GWh) anuales al mercado ibérico. Ubicado en una región de cohesión europea, el proyecto de Iberdrola fomentará la actividad económica y el empleo, ya que durante toda la fase de construcción será necesaria la contratación de hasta 13.500 personas, incluyendo los empleos directos e indirectos. Asimismo, en la fase de operación se generarán varios centenares de puestos de trabajo.
El proyecto forma parte del Programa Nacional Portugués de Presas de Alto Potencial Hidroeléctrico (PNBEPH, por sus siglas en portugués) y la promotora, Iberdrola, ha resultado adjudicataria de la concesión para el diseño, construcción y explotación de las centrales mediante concurso público.
El BEI, en su calidad de mayor proveedor multilateral de financiación para la lucha contra el cambio climático a escala mundial y mayor emisor global de bonos verdes, dedica al menos el 25% de sus inversiones a la mitigación y adaptación al cambio climático, apoyando un crecimiento bajo en carbono y con capacidad de resiliencia climática. En 2017, el Banco Europeo de Inversiones superó por octavo año consecutivo su objetivo de acción relativo al clima, aportando 19.400 millones de euros a la lucha contra el cambio climático.