La CNMV multó el pasado 28 de marzo con cinco millones de euros a Caixabank por una infracción muy grave consistente en percibir de terceros incentivos no permitidos en fondos de inversión, saltándose por tanto la obligación de diligencia y transparencia, incluida en los artículos 208 y 284 de la Ley del Mercado de Valores.
Aunque ADICAE considera que las sanciones no constituyen la solución a los abusos sistemáticos de la banca, dado que el resarcimiento a las víctimas siempre debe ser lo fundamental, las infracciones de la de la Ley del Mercado de Valores y las normas de conducta no pueden quedar impunes.
La personación de ADICAE trata de evitar que el recurso de la entidad prospere y que la sanción derivada de una infracción muy grave no quede en papel mojado, si bien el procedimiento debería permitir determinar con exactitud el alcance de los daños que, en su caso, se hubieran generado a los consumidores a los que Caixabank “colocó” Fondos de Inversión en base a los intereses de la propia entidad (a cambio de una comisión por cada contratación).
La actuación de Caixabank no es la única que ha sido objeto de sanción; los mismos hechos ya supusieron una multa de 3,5 millones de euros para BBVA, que en este caso ha renunciado a recurrir judicialmente la decisión del supervisor (en este caso BBVA cobró incentivos no permitidos en fondos clónicos e instituciones de inversión colectiva extranjeras).
Ante los abusos innumerables de la banca, de los que las últimas sanciones son expresivos, ADICAE alerta de que la regulación no será eficaz si no se dan los pasos necesarios para garantizar su cumplimiento; el fraude de las preferentes y la colocación de otros productos “tóxicos” es muestra de cómo la legislación puede resultar inútil sin una aplicación efectiva de la misma. Por ello la asociación considera que la transposición de MIFID II, aun pendiente en España, debe ser una oportunidad para corregir las prácticas abusivas en el sector.
Las principales deficiencias en la venta de Fondos de Inversión detectadas por la CNMV a través de la herramienta del ‘mistery shopping’ o cliente misterioso son, en línea con lo denunciado por ADICAE en múltiples ocasiones, la insuficiente información sobre costes y riesgos, recomendaciones implícitas verbales no reconocidas como asesoramiento, utilización de fichas comerciales que recogían de forma imprecisa y la incorrecta información relevante del DFI (Documento de Datos Fundamentales).
Aspectos ante los que la banca debe dar un giro radical que pasa necesariamente por el cambio en sus relaciones con la clientela y los consumidores que viene reclamando y proponiendo ADICAE.