Según ha asegurado en un comunicado este martes la entidad, la conservación de esta playa está en "retroceso" y la utilización de maquinaria pesada para quitar dicho restos "genera un desequilibrio que hace menguar la superficie de la playa".
Desde Terraferida han sostenido que la arena y la posidonia están formando una nueva playa, hecho que han considerado "muy positivo" y que, por lo tanto, "se tendría que mantener".
La organización ha explicado que la playa quedó cubierta por estos restos tras los últimos temporales de primavera y que su presencia en pleno mes de junio se debe a que "aún no se ha instalado el chiringuito desmontable previsto".
En este sentido, cuando se ponen "en marcha" los servicios de temporada, los restos de posidonia acumulados "desaparecen de un día por el otro", así como la arena. Terraferida ha añadido que la posidonia está "muy mezclada" con la arena, lo que hace "imposible" discernir un material del otro, por lo que se opta a retirarlo todo.
La entidad ha recalcado que esta playa se incluye dentro del Parque Natural Marítimo-Terrestre de Es Trenc-Salobrar de Campos, por que es necesario "aplicar medidas propias de un espacio protegido".
Por otro lado, han lamentado "el deterioro del sistema dunar y sobre todo las dunas delanteras". "Si sigue esta tendencia, tendremos una nueva playa en el rompeolas, pero la playa de Sa Ràpita, así como la conocemos, la habremos perdido para siempre jamás y los 'búnkers' quedarán como islotes dentro de la mar", ha expresado la agrupación.
Por todo ello, Terraferida ha hecho un llamamiento al Govern y al órgano de gestión del Parque Natural para que "impidan que se retire la posidonia que actúa como protección".
Finalmente, el colectivo ha recordado que actualmente "no hay máquinas adaptadas para hacer un trabajo cuidadoso" y que si se retiran los restos con maquinaria pesada "se llevarán toda la arena mezclada y esto hará que lo que se ha conseguido a favor de la playa, se pierda en pocos días".
