Por estos hechos los tres hombres están acusados de un delito de falsedad en documento oficial, un delito continuado de falsificación de tarjeta de crédito y un delito continuado de estafa. La Fiscalía pide ocho años de cárcel para cada uno.
Los hechos tuvieron lugar en 2013. Según el fiscal, los acusados manipularon diversas tarjetas de crédito haciendo constar en las bandas magnéticas números y titulares distintos a los originales. Utilizando documentos de identidad con nombres ficticios realizaron compras en diversos establecimientos de Mallorca.
Los acusados compraron joyas, televisores, portátiles y tablets por más de 5.500 euros. Intentaron realizar más compras pero las tarjetas fueron rechazadas en varias ocasiones.
Dos de los acusados se encuentran en situación irregular en España. El fiscal también pide que indemnicen con 1.000 euros a una de las entidades bancarias afectadas.