Esta especie constituye la segunda causa de destrucción de los pinares, solo por detrás de los incendios forestales, con el consiguiente impacto que esto conlleva a nivel económico, medioambiental y de salud.
El experto medioambiental e ingeniero técnico agrícola, Antonio Gili, miembro del partido Actúa Baleares, afirma que “este insecto provoca graves defoliaciones, debilitando a los pinos y haciéndolos más susceptibles al ataque de plagas secundarias como la del ‘Tomicus’, que ahora también se sufre en las islas”.
La plaga de procesionaria afecta también a áreas urbanas. En parques, jardines, colegios, urbanizaciones y áreas residenciales donde haya presencia de pinos ya se están dando casos de niños con graves urticarias provocadas por estos insectos.
“La responsabilidad recae en la Conselleria de Medi Ambient presidida por Vicenç Vidal, quien durante los últimos años se ha negado a realizar tratamientos efectivos a través de insecticidas inocuos para la salud de personas y animales, siguiendo las directrices de grupos ecologistas radicales como el GOB. Esta irresponsabilidad y falta de efectividad contra las plagas va a provocar, además, que entremos en el periodo estival con árboles muy debilitados aumentado el riesgo de incendios de nuestros bosques” ha explicado.
Desde Actúa Baleares consideran que “se deben iniciar con urgencia los controles fitosanitarios aéreos y terrestres para el control de esta plaga, de lo contrario sufriremos consecuencias ambientales irreversibles”.