Los hechos tuvieron lugar en 2015 en Palma. La Fiscalía acusa a la mujer, de unos 40 años de edad, de aprovecharse de la ascendencia sobre su hija, que entonces tenía 16 años, para beneficiarse económicamente mediante su explotación sexual.
Presuntamente, la mujer la convenció para que mantuviera relaciones sexuales completas con un adulto, al que no se ha podido identificar plenamente, a cambio de dinero. La niña, presionada por su madre, mantuvo dichas relaciones sexuales al menos dos veces, en el domicilio familiar. El hombre entregó el dinero a la procesada.
La fiscalía pide, además de la pena de diez años de prisión, una multa de 6.000 euros, una medida de libertad vigilada con alejamiento y que indemnice con 5.000 euros a la menor por los daños morales.