Los hechos tuvieron lugar entre mayo y julio de 2017 en Calvià. La Fiscalía acusa al hombre de cometer un delito de lesiones al cliente, ya que le golpéo por estar fumando porros dentro del local, así como de posteriormente acudir a un bar en el que se encontraba la víctima para intentar quitarle la vida con una navaja y con una escopeta adquirida de manera ilegal.
Según la Fiscalía, el forcejeo que tuvo lugar entre el acusado y la víctima provocó que la escopeta se disparase y alcanzase a varias clientas que se encontraban en el bar en aquellos momentos, las cuales se encuentran en perfecto estado y sin secuelas.
La fiscalía pide, además de la pena de trece años y seis meses de prisión, una multa de 600 euros y una indemnización de 480 euros para el afectado, además de la prohibición de acercarse a una distancia inferior a 500 metros a todos los afectados y a sus respectivos domicilios y lugares de trabajo.