Desde la organización han asegurado en un comunicado que "este mega-crucero traerá más contaminación y 180.000 cruceristas que se sumarán a la masificación turística que ya sufre la ciudad".
"Estos mega-cruceros emiten grandes concentraciones de contaminantes que afectan el aire que respiran, especialmente, los barrios cercanos al puerto", han lamentado.
El buque, que tiene una capacidad para 6.360 pasajeros y cuenta con 362 metros de eslora, estará desde abril y hasta la llegada del otoño realizando cruceros de siete noches por el Mediterráneo saliendo de Barcelona como puerto base y haciendo escala en Palma, Provenza (Francia) y Florencia, Pisa, Roma y Nápoles (Italia).
Desde el Govern, la portavoz y consellera de Presidencia, Pilar Costa, mostró su "máximo respeto" ante la manifestación convocada para este domingo en Palma y defendió que "la gente puede explicar sus opiniones".
En esta misma línea, el PSIB manifestó el miércoles que "siempre" ha respetado las manifestaciones de la ciudadanía y resaltó que "Baleares es una comunidad turística importante".
En cambio, el grupo municipal de Cs en Cort condenó los actos de protesta "preparados por distintas asociaciones de carácter antiturístico" ante la llegada del crucero.
Concretamente, el portavoz de Cs Palma, Josep Lluis Bauzá, expresó en un comunicado que no entiende "cómo se focaliza una acción reivindicativa en un barco que trae personas y familias enteras que vienen a la isla de visita".