En las imágenes se puede ver cómo este emisario saca al exterior residuos que son altamente perjudiciales para el medio ambiente e, incluso, para la salud. Un vertido de aguas sin depurar que también influye de manera muy negativa a la posidonia.
En verano, sobre todo, explica Poyatos, se forma una gran masa de agua en la que no hay oxígeno y, por lo tanto, no hay vida en toda su extensión. Una zona muerta a pocos metros de la costa.
La última inmersión, de la que se han extraído estas imágenes, la realizó junto a científicos de la UIB para recoger material y analizarlo. Los resultados son determinantes: el agua está contaminada y se recomienda no acercarse por la cantidad de bacterias presente en el entorno.
Para más información, ver el vídeo adjunto en esta entrada.