El test me lo envío por Whatsapp una compañera feminista de la Universidad. El cuestionario estaba exclusivamente dirigido a los hombres. Debo de reconocer que las preguntas me impactaron por la sencillez y la verdad que transmitían. Todas estas cuestiones (y muchas más) fueron respondidas con un exceso de respuestas negativas por mi parte que me dejaron aún más concienciado de la importancia de la movilización del 8M. Una huelga que había sido tachada de “elitista” o “insolidaria”, llamada incluso a “romper el modelo de sociedad occidental”. Sin embargo, los hechos del pasado jueves fueron demoledores. Nuestro país fue el paradigma de la huelga feminista del 8-M, puesto que no solo la ciudadanía, sino también los sindicatos y parte de los partidos políticos se sumaron a la reivindicación. Casi 6 millones de personas acudieron a las calles, en las que el ambiente reivindicativo se mezcló bastante con el festivo, para reclamar algo tan elemental como la igualdad entre los hombres y las mujeres.
En El Padrino, una de las frases más míticas (pero menos recordadas) es aquella en la que un siciliano le dice al joven Michael Corleone: “Las mujeres son más peligrosas que las escopetas”. Todavía existen personas que poseen el mismo pensamiento que el siciliano de la película de Coppola, eso es indudable. Individuos que creen que las mujeres que acudieron a la huelga son personas que jamás han estudiado o trabajado, que son incapaces de tener un hijo. Sin embargo, con la reivindicación del 8-M fuimos testigos de una huelga en la que cabían personas de todas las edades, países e ideologías (mal que les pese a los dirigentes del PP o Ciudadanos). La movilización del pasado jueves supuso el principio del fin del imperialismo del machismo en nuestra sociedad. La corriente feminista seguirá expandiéndose a medida que pasen los años, porque la inmensa mayoría ya ha entendido que la relación hombre-mujer que ha persistido durante siglos no tiene sentido en el siglo XXI. Solo los incorregibles y los miedosos, aquellos que están atiborrados de prejuicios, permanecerán indiferentes ante una oleada feminista que democratizará como corresponde los derechos y libertades de las mujeres.