El también ex secretario del PSOE se ha manifestado así ante los medios de comunicación en el hotel Valparaíso de Palma, antes de su conferencia titulada 'España 10 años después del inicio de la crisis'.
De esta manera, ha destacado que "el próximo presidente será elegido de acuerdo con la Constitución" y ha dicho que ahora se está en "una fase prepolítica": "En Catalunya se trata de restablecer la ley".
Según ha dicho, hay "un sector importante del independentismo" que no quiere a Puigdemont de presidente pero "no quiere asumir el coste" de que deje de ser el candidato a la Presidencia y espera que sea el Estado el que asuma la responsabilidad.
Tal como ha resaltado, la cuestión de base es que "por qué se pelean": "¿Lo hacen por el bienestar de los catalanes o por tener el poder del independentismo?".
Asimismo, ha dicho que en Cataluña sería "razonable" que los partidos del "llamado bloque constitucionalista" tuvieran posiciones comunes, aunque ha afirmado que él "nunca" ha sido partidario de "un gobierno de concentración nacional".
Además, ha señalado que en la política catalana hay "un trapecista que da un salto mortal cada vez más complejo", pero, ha augurado, "el circo va acabar". "La normalidad se va a recuperar", ha destacado.
Por otro lado, ha dicho que el problema del Parlamento es que "no ha podido abordar ninguno de los temas que tiene España por delante". "No ha podido avanzar en el pacto educativo, no se ha hablado de la reforma fiscal, de la financiación autonómica, del cambio de modelo productivo y se ha olvidado de suturar los recortes de la crisis", ha dicho.
Respecto a las consecuencias de la actual crisis, ha señalado que "ya se están viviendo, hay populismos por todas partes", como "con el Brexit" o con "la victoria de Donald Trump" en Estados Unidos.