Miquel Angel Pardo (secretario general de la Federación de Servicios del sindicato Comisiones Obreras) y Susana Offidani (miembro de la sección sindical de la empresa Trablisa, concesionaria de la seguridad) han denunciado que hace dos años, antes de que el Govern recortará fondos destinados a la seguridad, en los trenes "los vigilantes iban de dos en dos y ahora van de uno en uno. Además, se han eliminado vigilantes en la Estación Intermodal de Palma y, además, en los talleres de Son Rullán antes había de noche un vigilante con perro y ahora esta solo para cubrir totas las instalaciones".
Han señalado que "nos sentimos engañados. No tenemos chalecos anti cortes y anti pinchazos para los 30 vigilantes que trabajamos en cada turno. Solamente hay seis y nos los tenemos que ir pasando de unos a otros. Y esos chalecos que faltan solo cuestan 3.000 euros. El pliego de condiciones no exige a la empresa que los compre y el Govern, cuando le planteamos el problema, nos engaña. Ante las agresiones que se están produciendo, nos dicen que hablarán con la empresa, pero seguimos sin los chalecos".
Pardo y Offidani han informado que la situación es especialmente preocupante en las estaciones del tren y metro situadas en Palma: "En los pasillos, en los andenes y también en los baños vivimos situaciones de peligro. Navajas, botellas de cristal rotas, hurtos... Hasta casos de violencia de género. Un maquinista tuvo que salir de la cabina y parar el tren para intervenir en un caso por falta de vigilantes de seguridad. Hay individuos muy violentos que por no pagar un billete rompen los tornos de acceso a los andesnes y agreden a los vigilantes".