Tras sentencias que la han condenado ya a 14 años de cárcel, de los cuales 11 y medio son firmes y los otros dos y medio pendientes de confirmación por el Tribunal Supremo, ahora deberá responder por la comisión de presuntos delitos de corrupción en el denominado caso Studio Media.
Munar y otras ocho personas –entre ellas su antaño ‘mano derecha’ Miquel Nadal y los ex consellers insulares Bartomeu Vicens y Miquel Angel Flaquer– presuntamente beneficiaron con tres millones de euros de fondos públicos a la empresa Studio Media Comunicación, controlada por miembros de su partido, Unió Mallorquina.
Estos tres millones se consiguieron a través de diversos contratos públicos repletos de irregularidades, según las conclusiones de la fiscalía. Además, también según la acusación, se pretendió otorgarle a Studio Media otros 500.000 euros del Consell de Mallorca, iniciativa que fue paralizada por los servicios técnicos de la institución al considerarla “absolutamente contraria a derecho”.
El fiscal anticorrupción que ha redactado el escrito de acusación, Juan Carrau, señala que Munar “toleró y consintió” las irregularidades que “favorecieron a personas próximas a su partido y a su esfera de actuación política”. Además, la propia Studio Media “no cumplió sus obligaciones” y destino parte de este dinero público a beneficiar a particulares.
Al parecer, según fuentes jurídicas, Munar está intentando pactar una rebaja sustancial de la pena con la fiscalía a cambio de reconocer la responsabilidad penal y retornar los fondos que presuntamente distrajo en esta operación. Sin embargo, al estar implicados otros acusados, la negociación es multibanda, lo que dificulta cerrar un pacto.
Algunos de estos otros ocho acusados ya han sido condenados en juicios anteriores, como es el caso de los propios Miquel Nadal, Bartomeu Vicens y Miquel Àngel Flaquer, lo cual también les empuja a ellos a evitar penas de cárcel a través de pactos con la fiscalía.
La petición de condena para Maria Antònia Munar es de siete años de cárcel, que se añadirían a los 14 que ya pesan sobre ella. Recordar que la ex presidenta lleva ya más de cuatro años encerrada en el centro penitenciario de la carretera de Sóller de Palma y que siete años más de condena prolongarían su reclusión de forma muy elevada. Y esa situación es la que empuja a Munar a pactar, pese a que eso significa reconocer que ha sido una política corrupta.