Las obras motivo del expediente consisten en una edificación de 60 metros cuadrados de estructura de bloque, cubierta plana y destinada a usos complementarios. Asimismo, hay una segunda edificación con estructura metálica y hormigón, con una cubierta plana de 250 metros cuadrados, construida aprovechando uno de los muros de la piscina y destinada a uso residencial.
Los trabajos están valorados en 952.336 euros y fueron ejecutados sin tener ningún tipo de licencia. De acuerdo con la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, el Consistorio ha propuesto una sanción cuantificada en una multa del 50 por ciento del valor de la obra ejecutada.
La primera teniente de alcalde, Paquita Ribas, ha explicado que el tema "se remonta a 2010, cuando en una visita de obras el celador municipal comprueba que se están iniciando unos trabajos y se ordenó su paralización, aunque meses después se constató que los trabajos no habían parado, sino que se habían concluido" y así, se inició el expediente de disciplina urbanística.
Ribas ha recordado que el expediente obligaba a la propiedad a demoler las construcciones ilegales. "Además, hubo una segunda fase donde se volvieron a hacer obras, más de las que se habían ejecutado al principio", ha explicado. El pasado diciembre, la Concejalía de Urbanismo abrió el expediente sancionador.