Las infecciones producidas por estos microorganismos suponen una amenaza de ámbito mundial por la carencia de antibióticos disponibles por su tratamiento. Para luchar contra su diseminación los pacientes que están infectados o son portadores de un multiR ingresan en el hospital con medidas de aislamiento de contacto y a una habitación individual. Cada vez que estos pacientes van al hospital y durante los ingresos, se les toman cultivos de colonización para saber si continúan infectados o no.
El plan establece que aada día se revisarán las interconsultas y se citará los pacientes en la agenda de Control de infección.
Los integrantes del grupo son Xavier Mesquida, Júlia Troya, Catalina Capó y médicos responsables de Infecciosas del servicio de Medicina Interna.