El Barça, el club más representativo de esa comunidad, ampara el golpe de estado que se ha dado en dicha autonomía y permite que durante sus partidos ondeen sin ningún reparo pancartas, que están prohibidas, enardeciendo actos totalmente ilegales. Este club ya se pasó por el forro no querer jugar un partido de la Copa del Rey, y después no pasó nada de nada, cuando lo que se debía haber hecho era sancionarlo y no dejarle jugar en esta competición. Pero como es habitual no ocurrió nada de nada. La ley y el orden sólo la ven desde su prima, ellos pueden hacer lo que les venga en gana. Qué hará la Real Federación Española de Futbol y la Liga de Fútbol Profesional tras la proclama a favor del independentismo de Barca, pues nada de nada. Cuando lo suyo sería ser expulsado de esta liga en donde ellos participan.
Y mientras tanto y salvando las distancias en nuestra isla, a un pobre equipo de la segunda división, como es el At. Baleares, se le sanciona a un jugador por seis partidos por un simple insulto. Como ven no se les mira igual a todos y enciman van y se quejan. La democracia en esta país cada uno la mira según su conveniencia y mientras tanto Piqué jugando con España y cobrando.