Millones de consumidores en todo el mundo se lanzan a cazar descuentos en tecnología, moda y electrodomésticos, tanto en tiendas físicas como en línea. Sin embargo, este frenesí de ofertas también convierte al día en un terreno fértil para los estafadores.
El Black Friday no siempre es tan beneficioso como parece, y una de las prácticas más criticadas es la de inflar los precios antes de la temporada de descuentos para luego aplicar rebajas que en realidad no representan un ahorro real.
Este fenómeno, conocido como “falsos descuentos”, engaña a los consumidores haciéndoles creer que están obteniendo una oferta única, cuando en realidad el precio final puede ser similar o incluso superior al habitual.
La Asociación de Consumidores Consubal recomienda realizar compras con moderación y reflexionar cuidadosamente sobre las adquisiciones antes de llevarlas a cabo.
Algunas tiendas elevan sus precios días o semanas antes del Black Friday para luego aplicar descuentos del 30%, 50% o más, cuando en realidad el producto se vende al mismo costo de siempre.
Plataformas de monitoreo de precios han detectado esta práctica en sectores como la tecnología, electrodomésticos y moda, donde los consumidores son más susceptibles a las promociones agresivas.
Para protegerse, es fundamental investigar los precios de los productos con antelación aunque no siempre es tan fácil demostrarlo.
De esta manera, se puede verificar si el descuento es genuino o si se trata de un precio inflado.
Además, comparar precios en varias tiendas y prestar atención a las opiniones de otros compradores puede ayudar a identificar posibles engaños.
Comprar con criterio y no dejarse llevar por la emoción de los grandes porcentajes de descuento es clave para aprovechar verdaderas ofertas durante el Black Friday.