Con el aumento de los precios de los billetes de avión, los turistas han ajustado sus hábitos de viaje, reduciendo el gasto durante su estancia . Este nuevo panorama ha llevado al sector a replantear su modelo.
Los empresarios están analizando estrategias para frenar la masificación, como la promoción de un turismo más distribuido a lo largo del año, incentivando las visitas fuera de la temporada alta. Además, se plantean medidas para atraer a un perfil de turista que priorice la calidad sobre la cantidad, favoreciendo un modelo menos dependiente del volumen de visitantes. Estas acciones buscan proteger el entorno natural y cultural de Mallorca, que es clave para mantener la isla como un destino atractivo y viable a largo plazo
Este cambio en el comportamiento ha generado un debate entre los empresarios sobre cómo adaptar sus estrategias, destacando la necesidad de diversificar la oferta turística, mejorar la sostenibilidad del modelo actual y crear experiencias más exclusivas para atraer a un perfil de turista que gaste más por estancia. Asimismo, se ha discutido la importancia de ampliar la temporada turística para evitar la masificación en los meses de verano y garantizar una mayor estabilidad económica durante todo el año.
La industria hotelera de la isla enfrenta el reto de encontrar un equilibrio entre la rentabilidad y la preservación del atractivo natural y cultural de Mallorca, en un contexto donde el turismo está en constante evolución.